Las lluvias de mayo y junio han impedido el correcto cuajado de la floración y apenas se podrán alcanzar los 7 millones de kilos
La cosecha de aceitunas de El Comtat sufrirá este año una reducción cercana al 80% en relación al potencial de la zona productora. Las lluvias registradas en mayo y junio impidieron el correcto cuajado de la floración, con lo que apenas se podrán alcanzar los 7 millones de kilos. El comportamiento cíclico del cultivo también ha contribuido a esta fuerte caída de la producción.La cosecha de aceitunas de la comarca de El Comtat quedará reducida esta campaña a la mínima expresión. Entre las cooperativas de Muro, Cocentaina, Gaianes y Beniarrés apenas se llegará a los 7 millones de kilos, circunstancia que está íntimamente ligada a las lluvias registradas en junio y mayo.
La cosecha de aceitunas de El Comtat sufrirá este año una reducción cercana al 80% en relación al potencial de la zona productora. Las lluvias registradas en mayo y junio impidieron el correcto cuajado de la floración, con lo que apenas se podrán alcanzar los 7 millones de kilos. El comportamiento cíclico del cultivo también ha contribuido a esta fuerte caída de la producción.La cosecha de aceitunas de la comarca de El Comtat quedará reducida esta campaña a la mínima expresión. Entre las cooperativas de Muro, Cocentaina, Gaianes y Beniarrés apenas se llegará a los 7 millones de kilos, circunstancia que está íntimamente ligada a las lluvias registradas en junio y mayo.
Las abundantes precipitaciones de los citados meses coincidieron con la época de la floración, y eso impidió un correcto cuajado al mojarse el polen.El comportamiento cíclico del cultivo -a un año de buena cosecha le sigue otro de menor producción- también ha influido en este descenso de la producción. No obstante, y de no haber mediado el problema de las lluvias, se podrían haber alcanzado los 15 millones de kilos, lo que hubiese supuesto más de la mitad del potencial de la zona productora.
El descenso también es notable en relación a la cosecha del año pasado, cuando se alcanzaron los 21 millones de kilos. En aquella campaña, al contrario de lo sucedido en esta ocasión, las lluvias sí resultaron beneficiosas para el cultivo. Sólo algunas heladas puntuales en el fondo de los valles propiciaron alguna merma en la producción final.
La recolección de este año se iniciará en el mes de noviembre, aunque parece evidente que la actividad de las almazaras y cooperativas oleícolas de Muro, Cocentaina, Gaianes y Beniarrés estará bajo mínimos, atendiendo a las malas previsiones de cosecha que se manejan en estos momentos. Los responsables de las cooperativas esperan que, al menos, el aceite sea de buena calidad, y que en los próximos meses no surja ningún tipo de problema que pueda afectar de forma negativa a las aceitunas.
Un año negro para la agricultura de la comarca
Con el descenso de la producción de aceitunas se confirma que este ha sido un año negro para la agricultura de la comarca. Las lluvias también fueron la causa de las graves pérdidas registradas en el cultivo de la cereza. Como se recordará, las precipitaciones coincidieron con la campaña de recolección, y eso propició que la fruta se agrietara y quedara inservible para su comercialización. Ahora son las aceitunas las que han sufrido las consecuencias negativas del agua, cerrando un año para olvidar en materia agrícola.
Noticia aparecida en el diario INFORMACION
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