La Confederación Hidrográfica del Júcar empezó la semana pasada a desembalsar parte del embalse de Beniarrés, para que al menos se quede al 50% y pueda retener el agua de las fuertes lluvias que se producen cada otoño. Las lluvias del invierno y de la primavera pasada permitieron que Beniarrés llegará al 60% de su capacidad, con 16 hectómetros cúbicos. La previsión es que suelten unos tres hectómetros. Esto ha supuesto, en el cauce bajo, elevar el caudal del Serpis, y con ello revitalizar la fauna y la flora asociada al río.
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